20/10/08

Contrapoderes en tiempos de crisis

por Ignacio Moncada

Las crisis económicas son el alimento del poder político, pues siempre se sale de ellas con mayor intervención de la que había. Para el pensamiento único, las causas del problema siempre son las mismas: el exceso de libertad y la mala regulación, que ha de resolverse con más normas, más control político, y más aportación impositiva. Tiene su gracia, porque esas nuevas medidas que se prometen excepcionales, y de efecto salvífico, siempre se señalan como culpables de la siguiente crisis.

Como he dicho en muchas ocasiones, resulta grotesco pensar que lo que teníamos hasta ahora era un sistema capitalista, y mucho más que sea el libre mercado el causante de la crisis, cuando dos de los sectores más intervenidos son, precisamente, el inmobiliario y el financiero. Qué casualidad. Los intervencionistas, como decía, culpan al exceso de libertad, y los liberales al exceso de intervención. Hasta ahí no hay sorpresas. Pero sí nos podemos llevar alguna sorpresa cuando analicemos la reacción de nuestro sistema político. Porque cuando el miedo comienza a recorrer los bares y las tertulias, y los ciudadanos bajan la guardia, el Estado se expande hasta los rincones más recónditos de la vida privada. Empezando por el capital social de las empresas, y terminando en el cubo de nuestra propia basura.

Suelo decir que conviene mostrarse receloso cuando alguien dice que la solución de todos los problemas pasan por cederle a él enormes cantidades de poder y de dinero. La intuición nos dice que es algo que cualquiera puede intentar, pero que sería descabellado pretender que le hagan caso a uno. No sucede lo mismo cuando el que lo pide es un representante político. Y es exactamente lo que ha sucedido: piden ingentes cantidades de dinero a la ciudadanía —después del esfuerzo que supone conseguirlo— para intervenir con él en la economía, a su antojo. Lo inmediato, por tanto, debería de ser exigir un escrupuloso control de esos fondos por parte de sus legítimos propietarios, mediante los equilibrios y contrapoderes sobre los que debe sustentarse toda democracia sana.

En España, huelga decirlo, tenemos poca cultura democrática. En una crisis económica como ésta, cuando los políticos se arrogan competencias excepcionales y tienen tanto poder en sus manos, en lugar de exigir un buen funcionamiento de los contrapoderes, se tiende a pedir adhesión inquebrantable al Gobierno. Ésta es una buena forma de distinguir a los auténticos demócratas de los impostores. Un partidario de la libertad y de la democracia no pide adhesión, sino una Oposición crítica, implicada y exigente; mucho más exigente que en cualquier otro momento.

El Partido Popular se ha acorralado a sí mismo, y ya no le queda más que aplaudir a lo que le dictan. Hay que admitir que el PSOE y sus medios han hecho muy bien su labor de destrucción de toda oposición política, por totalitario que suene. Si alguien critica al Gobierno, no está haciendo su deber, sino siendo desleal y antipatriota. Es una idea que parece estar calando en la población, y eso me llena de inquietud.

En esta situación, con la mitad de los partidos comprados y con el PP sin espacio, el Congreso no es más que una sala de cotilleos, un mentidero o una escalera de vecindario. Los congresistas y senadores de EE.UU., con sus defectos, tienen que rendir cuentas periódicamente ante sus votantes, y son fieles a ellos por encima de sus jefes de partido. Aquí no obedecer al líder es casi un delito, hasta tal punto que los diputados españoles no son más que “aprietabotones”, que fácilmente podrían sustituirse por ordenadores. Y, para colmo, a veces se equivocan de botón.

Esta parálisis de los equilibrios y contrapoderes se acentúa cuando llega una recesión que amenaza con quedarse, precisamente en el momento en el que son más importantes. Debemos ser los ciudadanos, las clases medias de la sociedad, los que denunciemos la expansión del poder político, y exijamos una reforma democrática que permita el correcto funcionamiento de los contrapoderes para equilibrar los excesos de nuestros gobernantes.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ignacio, no se puede describir mejor. Totalmente de acuerdo con todo lo que ha expuesto, sobre todo con esto:

"Un partidario de la libertad y de la democracia no pide adhesión, sino una Oposición crítica, implicada y exigente; mucho más exigente que en cualquier otro momento."

Anónimo dijo...

El tiempo es un conceto astrato que en realidad no esiste.

¡Qué asco que me dáis, reazionarios!

Anónimo dijo...

Otros que empiezan a sufrir los estragos de este nefasto PSOE:

ACUSAN AL GOBIERNO DE TRANSFERIRLES RESPONSABILIDADES
Cientos de jueces se movilizan por la situación de la Justicia y no descartan una huelga

Este martes es el día elegido para que cientos de magistrados se manifiesten para proclamar su independencia ante las últimas declaraciones de miembros del Gobierno de Zapatero que han intentado transferirles responsabilidades por la situación de la Justicia en España sobre todo después del "caso Tirado". Según informa el diario El Mundo, este movimiento se inició a través de un correo electrónico el pasado 8 de octubre y ha recibido el apoyo de miles de jueces por todo el país. En el intercambio de mensajes no descartan además convocar una huelga.

Pinar dijo...

Buenos días

También estoy especialmente de acuerdo con el párrafo que cita el batracio, especialmente con ése, del brillante artículo de Ignacio Moncada.

Y debo decir, por cierto, que me siento muy feliz de los que jueces, por fin, se revuelvan un poquito. Ya está bien. La tiranía del ejecutivo con la justicia es tal y tan descarada, que es bastante habitual que los ciudadanos invoquen "al gobierno" para que "haga algo" cuando suceden dedeterminados acontecimientos, refiréndose, en realidad, a la judicatura. No cre que haya precedentes en el mundo democrático de semejante falta de independencia.

Anónimo dijo...

sapo

No sé si ha visto "Zeitgeist" y su secuela pero si lo ha hecho me gustaría conocer su opinión.

Anónimo dijo...

Bacterio, no he tenido la oportunidad. ¿Es buena?

Pinar, los jueces también podrían rebelarse contra las garzonadas, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Yo tampoco la he visto. Supuestamente va del Bildelberg o similar.

Tengo entendido que no es una peli sino un documental.

moncho dijo...

Buenas tardes.
Zeitgeist se puede ver entera en You Tube. Va de profetas.

Anónimo dijo...

Pega a su esposa, a una amiga y a un hombre que trató de impedirlo.

Que lo fiche el Atleti.

Anónimo dijo...

AJO y AGUA:

El fiscal recurre la causa del juez Garzón contra los crímenes del franquismo
Afirma que los órganos competentes para investigar estos hechos son "los juzgados de cada territorio donde se perpetraron semejantes atrocidades".»

Anónimo dijo...

moncho

¿de qué profetas exactamente?

Por otro lado Youtube está bien para poner música de fondo. Ver no se ve mucho. Intuir, ése es el verbo.

"Estuve viendo tal en Youtube". No es cierto. "Estuve intuyendo tal en Youtube" Ahí le has dao.

El vídeo en flash no es vídeo. Amén de los recursos que consume el condenado formato. Además de los contínuos errores de carga y el buffer lentísimo.

Youtube es un invento del maligno. Y Google vídeo la versión 2.0.

¡Viva el mpeg, el wmv y el avi de toda la vida de Dios!

Pinar dijo...

Qué bueno.

Pepesoe dijo...

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